PARADOJA REAL.
En cada instante de su vida portan su careta, por lo que parecen buenos y felices siempre, pero en el conjunto de la integral de su vida, se ve quienes fueron en realidad. Grupos minúsculos de individuos, autoconsiderados divinos, por su fortuna, quienes teniendo el poder de transformación, viven en sus ireales y superficiales castillos en el aire. También creen que tienen la sangre azul. También están los súbitos, que se sienten y sientan como sus amos.
Como diría Robín: Diablos, santas contradicciones.
martes, 27 de noviembre de 2012
PARADOJA REAL
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